LA
EDUCACIÓN EN VALORES
Los seres humanos son gregarios o societarios,
es decir, están concebidos para vivir en sociedad, esto implica la necesidad de
pertenecer a un grupo, de ser reconocidos, ser cooperativos e interactuar con los demás. Mediante la
interacción del individuo con los miembros de su entorno se va construyendo el
tejido social que fundamenta la convivencia en la sociedad. Esa coexistencia ha
sido posible gracias al aprendizaje de normas, pautas de conducta y formas de
comportamiento, mediante las cuales se rigen un conglomerado conglomerado
social. Este conjunto de preceptos preestablecidos son los que dictan la pauta
hacia dónde se dirige los destinos de una nación en materia de orden y
civilidad.
Es allí
donde juega un papel fundamental la familia, la sociedad y el Estado como entes
encargados de promover la transmisión de los valores, porque estos le van ha
permitir guiar el comportamiento, el
pensamiento y la manera de actuar de una persona o grupo. Entonces los
valores van a ser determinantes en la
personalidad y modo de vida del individuo. Por ser instrumentos de
transformación y cambio significativos que dinamizan la actuación del hombre
con sus semejantes y su entorno. En este sentido, el desenvolvimientos o la
convivencia de una sociedad va a estar apegada a los valores éticos o morales
difundidos e inculcados en todos los ámbitos
sociales.
El contexto
familiar es el primer centro de cohabitación del ser humano, constituyéndose en
el principal ente socioeducativo de valores, es allí donde el niño empieza a
interactuar con el núcleo familiar e interiorizar determinados valores, que le
van a permitir ir construyendo sus patrones de conducta, los cuales pueden ser
determinantes para el resto de su vida. Mediante la socialización del niño en
el hogar adquiere normas y hábitos que le van inculcando sus tutores o que él
mismo va adquiriendo por imitación. Hasta estar en capacidad de discernir entre
lo bueno y lo malo, según el sistema de valores propios del núcleo familiar y
de la sociedad donde se desenvuelve. Esto significa que el contexto
sociocultural juega un papel fundamental en la conformación de la personalidad
y el l desarrollo moral del niño.
Toda sociedad
despliega un sistema propio de valores e ideales, los cuales le sirven de
soporte a sus miembros para acrecentar buenos hábitos, acorde con la
moral y las buenas costumbres, propios de cada región. Indudablemente que todas
las instituciones sociales tales como: la escuela, la Iglesia, los clubes
deportivos, los medios de comunicación social, el grupo de amigos, entre otros.
Juegan un rol esencial en la transmisión de los valores al individuo, mediante
la convivencia diaria entre los miembros del grupo donde se desenvuelve, ellos
van a ser trascendentales en la conformación de la personalidad así como en el
camino correcto a elegir en la vida.
Los medios de
comunicación social ejercen gran influencia sobre los individuos que cohabitan
en un conglomerado social, ellos son capaces de modelar conductas y promover
los antivalores, mediante la presentación de estereotipos que son considerados
como ideales. Sin embargo, son nocivos para la juventud porque difunden
patrones de conducta distorsionados y malos hábitos, hasta convertirlos en
transgresores de las leyes instituidas en la sociedad. De igual manera,
deifican a personajes, tristemente célebres, que son portadores de mensajes
vulgares, ofensivos a una determinada postura religiosa o clase social; los
cuales causan un grave daño a la familia y a la sociedad en su conjunto.
Uno de los temas
primordiales del proceso educativo son los valores, porque vienen a ser la
escuela el segundo ámbito, después del hogar, donde el individuo adquiere las
normas y pautas de conducta que van a ser eminentes en su vida. En este
sentido, se requiere educar en valores para afianzar la ética y la moral en los
educandos. Por lo tanto, todos los actores sociales involucrados en el hecho
educativo deben estar comprometido en la promoción de los valores. Tomando en
cuenta que éstos son transmitidos y por consiguiente son aprendidos mediante la
observación del modelaje de las personas más cercanas al entorno social del
niño. En este sentido, los docentes deben tener un comportamiento ejemplar, ser
dignos de imitar por sus acciones y manera de
actuar en la sociedad.
Los valores han
sido y serán tema cental de la educación durante todas las épocas y sociedades,
por la importancia que éstos revisten en la formación del ser humano. Es
inconcevible una educación sin valores, porque es allí donde se le inculca
aspectos tan fundamentales como: la libertad, la justicia, la solidaridad, la
gratitud, la tolerancia, la disponibilidad al diálogo, respeto así mismo y a
los demás, entre otros. Por lo que se
requiere hacer incapié en su difusión y transmisión de los mismos, mediante la
realización de buenas acciones por parte de los docentes encargados de orientar
a los educandos en el proceso
enseñanza-aprendizaje.
Tomando en cuenta
que la conceptualización de los valores es irrelevante, debido a que éstos se
educan y aprenden desde la totalidad de la experiencia, más que por la
trnasmisión de ideas o saberes. Se requiere inculcar los valores mediante la
puesta en práctica de éstos por parte de los docentes y demás personal que hace
vida en las instituciones escolares. Es decir, mediante las vivencias se puede
reforzar todos los aspectos atienentes a los valores. Por ello, se debe tomar
fomentar los buenos hábitos y costumbres por medio de la ejecución de
actividades que esten enmarcadas dentro de la moral.
Los docentes deben
ser modelos a seguir por parte de los estudiantes, en este sentido deben tener
una conducta intachable, ser personas diafanas y comprensibles. Actuar de acuerdo a lo que promulgan,
demostrar con hechos, más que con palabras, su actuación en la institución
escolar. Cumplir cabalmente el rol que desempeña en el área educativa, así como
en otras facetas de la covivencia diaria con los demás miembros de la educativa. Tener vocación de servivicio, ser
dedicado a las labores de enseñanza-aprendizaje, ser guía y orientador de los
educandos. Poseer mítica y ética para enaltecer su profesión y el rol que juega
en la sociedad como ser agente de cambio social.
La educación y los
docentes tienen una inaplazable obligación de fomentar la socialización y el
desarrollo humano en los alumnos, mediante el mejoramiento personal y
académico. Convertirlos en ciudadanos útiles a la patria con valores
eticos o morales muy arraigamos, capaces
de perdurar en el tiempo para ser trasmitidos a las generaciones futuras.
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