VISIÓN
TEÓRICO PRÁCTICA PARA EL FORTALECIMIENTO DEL TRABAJO MANUAL EN EDUCACIÓN
TÉCNICA
Ante las exigencias del mundo actual
producto del avance tecnológico y la globalización, las sociedades enfrentan
nuevos retos, para tratar de ajustarse a la realidad y disminuir la brecha
entre los países que tienen un mayor grado de desarrollo de la sociedad del
conocimiento y los que se encuentran sumergidos en el atraso. La generación del
saber está ligada a la capacidad de innovar, producir y crear nuevas ideas que
se transformen en instrumento útiles para mejorar la calidad de vida del
hombre. Por antonomasia existen instituciones u organización para tal fin,
siendo las academias científicas las que llevan la batuta en los últimos
siglos.
El reto de incrementar ese capital
intangible en la sociedad, se logra mediante la participación activa de todos
los actores sociales comprometidos con el porvenir y progreso de una
determinada región o país. Mediante la estructuración de su Sistema Educativo
de tal manera que se pueda articular los planes de desarrollo socioeconómicos
con los programas educativos. Que la educación llegue a todos los estratos de
la sociedad, garantizando su calidad, siendo capaz de suministrarle al
individuo las herramientas fundamentales para desempeñar una labor digna, así
como la formación moral y cívica para mantener una sana convivencia.
Por ser el hombre, el epicentro de este
sistema se requiere fomentar en él, los principios éticos y morales, desde los
recintos escolares. Es allí donde la ponencia “Triada Educativa como Cultivo
Integral para el Saber Convivir” juego un rol fundamental como mecanismo de
transformación social en los estudiantes,
transformándolos en ciudadanos integrales en los “campos del hacer y
convivir”. Esa triada consta de una dimensión social, una dimensión espiritual
y una dimensión profesional, esto permite al estudiante universitario cultivar
los valores, mediante la interacción de su entorno sociocultural sin
desprenderse de sus obligaciones como profesional, es decir, ser un buen
ciudadano. Indudablemente que esto se puede trasladar al nivel de Educación
Media Técnica del Sistema Educativo venezolano.
La
Educación Media Técnica tiene como finalidad formar un ciudadano integral,
comprometido con el desarrollo de su entorno, aprovechando las potencialidades
de cada región, mediante la puesta en práctica las habilidades y destrezas,
adquiridas en el aula-taller para la ejecución de un oficio o labor manual.
Mediante instrucción técnica el egresado puede insertarse en el mercado laboral
o constituir una microempresa que le permita sustentarse, contribuyendo así con
el desarrollo socioeconómico del país. Además, ser agente de cambio en su comunidad,
por medio de participación activa en la solución de los problemas existentes.
Para ello se requiere generar un enfoque
educativo capaz de profundizar en todos los ámbitos del educando, es decir, en
el ser social, espiritual y profesional. Es precisamente de lo que trata la
ponencia. De esas dimensiones que le permiten al estudiante, en este caso; de
Educación Media Técnica, moverse en los “campos del saber y hacer”. Por ser el
individuo un ente social que interactúa con su entorno sociocultural, éste
requiere poner en práctica los valores éticos o morales, para convivir en
armonía. Además, de prestar su conocimiento al servicio de la colectividad y
ser coparticipe en la construcción de la ciudadanía.
La Educación Técnica debe enfatizar en la
articulación de los contenidos programáticos teórico-práctico desarrollados en
el aula, en virtud que sólo así se garantiza a los estudiantes una educación
ajustada a los requerimientos técnicos exigidos por el mercado laboral. El
divorcio entre estos dos componentes primordiales en la formación técnica,
desvirtúa la esencia de la misma, la cual tiene objetivo formar mano de obra
calificada, con amplios conocimientos en el área tecnológica de todos los
sectores productivos de la economía. De igual, las menciones y planes de
estudio en las diferentes áreas deben estar en concordancia con los planes de
desarrollo estratégicos de la nación.
Las Escuelas Técnicas deben ser menos
academicistas, e instruir a los estudiantes en el manejo de maquinarias,
equipos y herramientas para alcanzar el adiestramiento necesario en la
ejecución de una labor. Al combinar ambas actividades se puede lograr que los
alumnos materialicen sus ideas en el aula o espacios destinados para tal fin.
Además, promover la innovación, en cuanto a la elaboración de piezas metalmecánicas,
sistemas electrónicos, productos químicos, software, entre otros. Convirtiéndose
en núcleos de desarrollo tecnológico, para suplir las necesidades del parque
industrial del sector manufacturero.
Para ello se requiere un enfoque educativo
más amplio que la determine, donde se conjuguen un conjunto de elementos de carácter
técnico, social, cultural, académico y axiológico pertinentes con las
exigencias del mundo de hoy. La dinámica de las sociedades lleva consigo cambios
en todas sus instituciones, y la educación se debe ajustar a esa realidad,
mediante la creación de nuevos modelos, con el fin de instruir a la población. De esta manera,
generar los conocimientos requeridos para mejorar la calidad de vida del
conglomerado social en general, darle respuesta a los nuevos retos que enfrenta
la humanidad.
La percepción que durante años se tiene
sobre el carácter instrumental de la Educación Técnica, que únicamente conduce
a oficios manuales y subordinados, es producto del predominio cultural del
trabajo intelectual. Ésta legitimación se produce en las escuelas por los modos
pedagógicos de instrucción. Con el fin de darle la relevancia que debe tener en
la sociedad, se pretende con esta investigación crear un enfoque educativo que
permita interpretar los elementos epistemológicos, ontológicos y axiológicos
que intervienen en la Educación Técnica. Fortaleciendo así este subsector del
Sistema Educativo Venezolano.
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